Niños que prosperan, comunidades saludables, y una nación más fuerte: Plan de acción para la primera infancia en EE. UU.

Informe ejecutivo

Introducción

Los niños pequeños y sus familias viven ya, y se enfrentarán cada vez más, con las realidades del cambio climático; desde el calor que afecta la salud de los niños, al humo de los incendios forestales que hace que los niños no puedan salir al exterior y llegando hasta las inundaciones que amenazan hogares y guarderías infantiles o centros de cuidado de niños. El apoyo a nuestros niños más pequeños (desde prenatal hasta los 8 años) puede ayudar a enfrentar estos desafíos al desarrollar resiliencia en las comunidades desde ya y hacia el futuro.

Hasta ahora, no ha sido muy frecuente la colaboración entre las personas que apoyan a nuestros niños más pequeños y a sus familias y quienes buscan acelerar soluciones climáticas a gran escala. En este plan de acción, trazamos un mapa de oportunidades para promover soluciones desde el punto de intersección de la primera infancia y el cambio climático.  Para que este plan tenga éxito, los responsables de crear políticas a nivel federal, estatal y local deben trabajar junto a las familias, los proveedores de cuidado en el área de la primera infancia y las comunidades. Proporcionamos recomendaciones detalladas que sirvan de guía a este trabajo. También esbozamos recomendaciones para proveedores de cuidado en el área de la primera infancia, empresas, organizaciones filantrópicas e investigadores. Todos tenemos la responsabilidad de trabajar juntos para permitir que los niños pequeños prosperen en medio de nuestro clima cambiante.

Vislumbramos un futuro en el que le demos prioridad al desarrollo saludable y resiliente de nuestros niños más pequeños; donde tengan acceso a aire puro, agua limpia y lugares seguros y sostenibles donde crecer, aprender y jugar; en el que los proveedores de cuidado de la primera infancia reciban apoyo y capacitación para ayudar a los padres a comprender los impactos climáticos y lo que ellos pueden hacer; y donde el futuro de los niños constituya el centro neurálgico de las decisiones con respecto a las políticas que adoptemos.

Los niños, a pesar de ser los que tienen menor responsabilidad sobre el cambio climático, son quienes sufrirán el impacto toda su vida. Ellos tienen el derecho fundamental a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible; un derecho que actualmente está en riesgo. Al apoyar a nuestros niños más pequeños y a sus familias, podemos proteger ese derecho hoy y, al mismo tiempo, sentar las bases para una sociedad más resiliente y justa para las generaciones venideras. 


Para descargar la versión completa del plan de acción en inglés, incluyendo el detalle de las recomendaciones, visite www.earlyyearsclimateplan.us.

Erika Perez-Leon