¿Qué pueden hacer las ciudades para que las necesidades de los niños pequeños sean centrales en sus políticas y estrategias de cambio climático?

Resultados del encuentro sobre políticas climáticas de ciudades centradas en las niñas y los niños

30-31 mayo 2023, Tecnológico de Monterrey, Monterrey, México


El 30 de mayo nos reunimos en el Tecnológico de Monterrey para hablar sobre las maneras en que las ciudades, particularmente las emergentes, pueden liderar el desarrollo y la implementación de políticas de cambio climático que tengan como punto central a las niñas y los niños.

El encuentro convocó a más de 40 personas que trabajan en la intersección de primera infancia, desarrollo, urbanismo e investigación, para explorar cómo podemos asegurar la prosperidad de los niños pequeños en las ciudades, en la era del cambio climático.

Los asistentes incluyeron médicos, educadores, arquitectos, líderes de sociedad civil, empresas y gobierno local. El intercambio de ideas fue facilitado por Luis Duarte, partner de Imaginable Futures.


Mensajes principales:

  • Escuchemos a las niñas y a los niños y a sus familias. Ellas y ellos pueden expresar, de manera más auténtica, qué es lo que necesitan en sus ciudades para poder progresar. Si hablamos de diseñar políticas de cambio climático, que tengan como punto central a las niñas y los niños de la primera infancia, debemos escucharlos con atención, para luego traducir sus voces en acciones. Este es un derecho de las infancias.

  • Seamos más inclusivos. A partir de sus experiencias, los grupos de actores no tradicionales pueden sumar aportes para encontrar mejores soluciones a los obstáculos que enfrentan las ciudades afectadas por la realidad del cambio climático.

  • Promovamos el trabajo que se hace a nivel comunitario, como las redes vecinales, para generar oportunidades. Impulsemos la idea de que las pequeñas acciones, con el apoyo de todos los sectores—público, privado y social—pueden generar cambios importantes.

  • Pensemos en sistemas. El cambio climático nos afecta a todos. Por eso, debemos pensar en cómo vincular a los actores a través de mecanismos eficientes, con una visión integral y transdisciplinaria. Es crucial superar las barreras de compromiso que enfrentamos en nuestras ciudades. Y como sociedad debemos fomentar la colaboración y la integración, y abordar de manera conjunta los desafíos del cambio climático.

  • Reforcemos la comunicación. Es importante que las niñas y los niños sepan que tienen el derecho a crecer en un ecosistema saludable. Las campañas educativas y la información que les brindemos desde pequeños son claves para lograr esto. Asimismo, para generar conciencia colectiva, debemos comunicar la información de manera accesible a toda la población con miras a generar cambio de comportamiento que favorezca la mitigación del cambio climático.

  • La academia tiene un rol clave, tanto para generar nuevo conocimiento como para articular y generar diálogos. Para lograr esto, es esencial aprovechar la tecnología y las plataformas digitales, así como utilizar foros presenciales para la divulgación científica. Es importante generar estrategias de comunicación de la ciencia para hacerla más accesible y transparente. Al abordar estos enfoques, la sociedad puede desarrollar una conciencia colectiva más informada, lo que permitirá generar diálogos más significativos y soluciones innovadoras. Es crucial destacar que este papel no es político, sino una forma de acercar y comunicar la ciencia de manera accesible a diversas audiencias, incluyendo al público en general.

  • Seamos justos al asignar responsabilidades. Es importante que desde que somos niños y niñas entendamos la responsabilidad que todos tenemos de cuidar el medio ambiente. La claridad de responsabilidades es importante. El acceso a la información nos ayuda a saber a quién exigir cambios, políticas, y mejoras; y a conocer, también, quién está a cargo de implementar los cambios que proponemos. La responsabilidad se puede dividir en partes y que cada sector contribuya en su campo de acción.

  • Diseñemos espacios públicos con enfoque de inclusividad hacia niñas, niños y personas cuidadoras. Las ciudades deben asegurar los derechos de los más pequeños de crecer en entornos saludables, en donde puedan jugar, moverse, explorar y socializar. Los espacios públicos tienen el potencial de ser catalizadores de acciones de construcción del tejido social y atención al cambio climático.

  • Trabajemos más cercanamente entre gobierno, sociedad civil, la academia, y sector privado. El sector público es el que puede generar mayor cambio. Por eso, debemos diseñar espacios de rendición de cuentas y observatorios ciudadanos que nos ayuden a hacer recomendaciones más allá de una ideología política. Debemos exigir el compromiso de los gobiernos a dar continuidad a planes a futuro, con el fin de impactar a largo plazo.

  • Impulsemos la generación de proyectos piloto. Desde la perspectiva de las infancias tempranas y las personas que cuidan, estos pueden demostrar los beneficios y posibilidades de articular acciones para mitigar y combatir el cambio climático en las ciudades.


Lea más sobre el trabajo de Capita sobre el cambio climático y las niñas y los niños y sus familias (en inglés).

Lea el resumen y descargue el reporte del primer encuentro sobre políticas climáticas de ciudades centradas en las niñas y los niños en Stellenbosch, Sudáfrica (en inglés).

Erika Perez-Leon